Con incertidumbre sobre el resultado final, la Legislatura de la Ciudadcomienza este viernes a debatir la suspensión de las PASO. En medio de intensas negociaciones, el oficialismo porteño busca obtener los 40 votos necesarios para que el proyecto avance, mientras que la oposición mantiene sus posiciones divididas y aún no revela su postura definitiva.
Jorge Macri espera que la sesión, que estaba programada para el jueves y se suspendió debido a la falta de consenso, logre avanzar este viernes. Los tiempos para la reforma electoral son cortos, y el jefe de Gobierno necesita aprobar la suspensión de las PASO en el ámbito porteño. Para ello, deberá contar con el apoyo del peronismo, dividido en múltiples bloques, que está dispuesto a negociar pero con condiciones.
Este debate se da en el contexto de las sesiones extraordinarias, y al tratarse de una reforma electoral, Macri requiere una mayoría agravada para su aprobación. El bloque oficialista es reducido, con solo 12 integrantes de Vamos por Más, de los cuales 10 son del PRO. A este bloque se le suman aliados como la Unión Cívica Radical, Confianza Pública, Socialistas, algunos Liberales y el bloque Transformación, aunque la posición del MID es incierta.
Por otro lado, el peronismo, que es la primera minoría en la Legislatura con 18 bancas, mantiene cautela respecto a su postura. Dentro de la bancada, los legisladores de la NEP (Nuevo Espacio de Participación) que responden a Juan Manuel Olmos, líder del Partido Justicialista porteño, tienen una fuerte influencia. Además, figuras clave del peronismo como Mariano Recalde y Víctor Santa María también juegan un rol relevante.
El PJ, en principio, estaría dispuesto a respaldar la suspensión, pero exige que las elecciones se adelanten a mayo para evitar su coincidencia con la campaña nacional, y así evitar la superposición de fechas con las elecciones presidenciales. En caso de que se apruebe, el oficialismo propondría que las elecciones en la Ciudad se celebren el domingo 18 de mayo.
La Libertad Avanza, liderada por Pilar Ramírez, mantiene una postura contraria al oficialismo y exige que el ahorro de 20.000 millones de pesos que se generaría al suspender las PASO se destine a la devolución del ABL a los porteños. Esta propuesta fue rechazada por el Gobierno de la Ciudad, que reiteró su compromiso de gestionar los fondos de manera eficiente, aunque aseguró que el dinero destinado a las primarias se utilizará para otras necesidades de la gestión pública.
En los fundamentos del proyecto, el PRO señala un “desgaste” producto de la baja participación observada en las elecciones primarias previas, pese a su carácter obligatorio. “La experiencia en la implementación de esta herramienta, a través de los años, muestra que su principal incidencia ha tenido lugar en las elecciones en las cuales se dirimen cargos ejecutivos”, sostiene Macri.
Según trascendió, los dirigentes a cargo de las negociaciones con los sectores opositores son Matías López, vicepresidente 1° de la Legislatura, y Darío Nieto, jefe del bloque Vamos por Más y dirigente cercano a Macri.