En medio de la volatilidad de tasas, el ministro de Economía, Luis Caputo, reafirmó que el Gobierno no inyectará pesos adicionales en el mercado hasta las elecciones legislativas. Es parte de la estrategia para evitar presiones sobre eldólary lainflación.
“La tasa es endógena y el equilibrio lo define el mercado. Lo último que vamos a hacer en este contexto es poner pesos en la calle”
El funcionario defendió el esquema de “dólar flotante” y detalló el comportamiento reciente de la divisa. En julio, el tipo de cambio oficial subió 13,6%, pero, descontando la tasa en pesos de alrededor de 5%, el incremento financiero fue de menos de 100 pesos. “En los primeros días de agosto ya cayó 85 pesos en términos nominales y, si le sumamos la tasa, son otros 40. Ya bajó más de lo que subió en julio”, afirmó.
Caputo subrayó que, en un contexto de “ruido electoral” que puede reducir la demanda de dinero, el Gobierno no convalidará aumentos de liquidez sin justificación clara. “Cuando no tenemos certeza de por qué sube la demanda de pesos, no lo vamos a convalidar, porque cuidamos la inflación y los precios”
El ministro también aseguró que, por ahora, no se realizarán compras de dólares para reservas, ya que eso implicaría expandir la cantidad de pesos. “Esto es coyuntural, es hasta las elecciones”, remarcó, y vinculó la cautela monetaria a la necesidad de preservar la estabilidad cambiaria en la recta final hacia los comicios.
En paralelo, el Banco Central dispuso nuevas medidas para absorber liquidez tras la última licitación de deuda, en la que solo se renovó el 61% de los vencimientos y quedaron unos $6 billones fuera del circuito financiero oficial. La Comunicación A 8302 elevó por segunda vez en el mes los requerimientos de encajes sobre depósitos de todo tipo, incluidos los realizados por fondos comunes de inversión money market, y aumentó la proporción que se puede integrar con títulos públicos.
Además, desde este lunes, el cómputo de los encajes será diario y las entidades que no cumplan con el requisito recibirán penalizaciones. El objetivo es captar los fondos excedentes y evitar que se canalicen al dólar o a bienes, presionando la inflación.
Caputo sintetizó la lógica del esquema actual: la cantidad de pesos se mantiene fija en lo que denomina “base monetaria amplia” (base monetaria, pasivos remunerados y reservas en pesos del Tesoro en el BCRA). Solo se modifica si el tipo de cambio alcanza el piso o el techo de las bandas cambiarias, cuando el Banco Central interviene comprando o vendiendo divisas.
En el caso de vencimientos de deuda en pesos, si no se logra renovar el 100%, el Tesoro utiliza sus reservas en el BCRA para pagar, siempre que la autoridad monetaria interprete que ese movimiento responde a un aumento genuino en la demanda de dinero. Si no es así, los pesos sobrantes se esterilizan mediante encajes, remunerados o no, u otros mecanismos.
Consultado sobre el riesgo país, que se mantiene elevado pese a la estabilidad reciente del dólar, Caputo lo atribuyó a la incertidumbre electoral. “El mercado está priceando un riesgo político, el fantasma de que vuelva el mal o el caos, y para el mercado eso es importante”, dijo. Según el ministro, esa percepción afecta también al valor de los bonos en pesos, de los bonos en dólares y de la deuda externa.
Además, insistió en que la prioridad es sostener la estabilidad monetaria y cambiaria en el corto plazo. “Hay un Congreso que lo que quiere es que al Gobierno le vaya mal. Si lo único que quisieran es plata, hay una ley llamada los dólares del colchón. Nosotros cuidamos que no haya pesos de más en la economía”