El Gobierno se encuentra preparando una modificación tributaria que, de materializarse, podría generar una transformación significativa en el mercado automotor argentino. Dicha reforma consistiría en la derogación total del impuesto interno aplicado a los vehículos 0 km de alto valor, un gravamen que durante años ha incrementado considerablemente el costo de los modelos de gama media-alta y alta. La propuesta, que trascendió públicamente el martes 9 de diciembre, sería remitida al Congreso en los próximos días como parte de un paquete más amplio de reformas impositivas.
Actualmente, este tributo se aplica exclusivamente a automóviles particulares, excluyendo a las camionetas pick up y vehículos utilitarios. A pesar de una reciente reducción de la alícuota máxima al 18%, su impacto en el precio final sigue siendo considerable, elevando el costo de los modelos alcanzados en torno a un 22%. Esta distorsión ha obligado a las terminales automotrices e importadores a limitar versiones o ajustar el equipamiento a fin de evitar superar el umbral impositivo.
Posible reducción de precios en vehículos 0 km
La eliminación del impuesto persigue precisamente corregir este desfasaje. En caso de que la reforma prospere, las proyecciones del sector indican que los vehículos actualmente afectados por el gravamen podrían experimentar una reducción de precio de entre el 20% y el 25% de manera casi inmediata. Este efecto podría extenderse a otros segmentos, ya que las marcas se verían compelidas a reorganizar sus listas de precios para mantener la competitividad.
En el ámbito de las concesionarias, se reconoce que una porción considerable del mercado se ha visto paralizada por el impuesto: versiones discontinuadas, oferta de productos acotada y estrategias comerciales enfocadas en evitar incrementos abruptos de precios. Sin esta barrera, se restablecería la oferta completa de diversos modelos.
No obstante, las empresas automotrices no están obligadas a transferir la totalidad del alivio fiscal al consumidor, y algunos analistas advierten que la expectativa de bajas podría posponer las decisiones de compra durante el mes de diciembre. Aun así, la potencial derogación del impuesto interno se presenta como la señal más contundente de descompresión tributaria para el sector y podría reconfigurar la estructura de precios a partir de 2026.



















